Las instituciones públicas en su quehacer cotidiano generan un recurso de valor incalculable, el cual refleja todas las acciones y actividades de estas: manejo del presupuesto, economía, energía, clima, salud, medio ambiente, agricultura, seguridad pública, sociedad, cultura, entre muchos otros. Este recurso es la información, la cual normalmente se genera y archiva en las distintas instancias y medios donde se acumula sin objetivos definidos.
La liberación o apertura de toda la información, salvo algunas excepciones, que generan las instituciones da como resultado los datos abiertos de gobierno - DAG. Estos datos se ponen a disposición del ciudadano sin restricción de acceso, para su libre uso, re-utilización y redistribución, lo que supone que los datos sean liberados en formatos procesables por los equipos informáticos.
Al permitir al ciudadano acceder a todos los datos de las instituciones públicas en forma simple se crea un impacto positivo en la sociedad, se perfecciona la democracia debido a los mayores niveles de participación, interacción y compromiso entre gobierno y sociedad.
Más allá de la simplificación de los trámites – gobierno electrónico, y la transparencia – apertura parcial en cumplimiento de la ley, los datos abiertos reflejan una efectiva visibilidad y rendición de cuentas institucional; abren todo un universo a los ciudadanos, capaces de aprovechar esta oportunidad para crear nuevos productos de información y aplicaciones en favor de la sociedad.
El acceso a datos abiertos estimula la creatividad y posibilita a innovadores y emprendedores realizar obras derivadas con su consecuente impacto en la sociedad, al crear nuevos datos, conocimientos y servicios.